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¿Dónde estabas tú cuando Álvaro Bautista (Aruba.it Racing – Ducati) logró un triplete de victorias en su primer fin de semana de World Superbike? ¿Cuántas personas se quedaron boquiabiertas al ver su liderato explotar hasta los 15 segundos en la Carrera 1? Nadie acude a Phillip Island esperando un fin de semana calmado y sin sorpresas, pero esto superaba cualquier expectativa. Estos son los cinco momentos clave de aquel fin de semana de febrero en el que todo cambió.

El bombazo de la Carrera 1

¿Dónde empezar, si no? Los susurros se multiplicaban por el paddock en los días previos al sábado, sobre todo después de que Bautista se paseara en los dos días de test oficiales. Pero llegó la Superpole y las Kawasaki retomaron el mando: doblete de Jonathan Rea y Leon Haslam (Kawasaki Racing Team WorldSBK), con el español un puesto más atrás. Se ponía todo a favor para que el tetracampeón del mundo lograra su duodécimo triunfo consecutivo. Hasta que se apagó el semáforo…

Al primer cruce por la línea de meta, Bautista sacaba ya medio segundo al dúo británico. 21 vueltas y una bandera a cuadros más tarde, la diferencia era de 14,983 segundos. Y podrían haber sido más. Como aquella celebración legendaria de Usain Bolt en las Olimpiadas de 2008, Bautista frenó gradualmente hasta pasar por la línea de meta a velocidad de crucero, saboreando el momento, los focos y hasta el alivio de volver a ganar. No necesitó empujar al 100%; en efecto, no hacerlo amplificaba más aún el mensaje a sus rivales. Había un nuevo “sheriff” en WorldSBK y este no se anda con rodeos.

Salida fulgurante… Y final agrio

Con Bautista en otro planeta, la atención se centró en la batalla por el segundo puesto entre Rea y Haslam. El inglés, campeón británico de Superbikes, tomó la delantera en su primera carrera como piloto de WorldSBK a tiempo completo desde 2015. Pocos lo hubieran dicho, viendo su duelo con el campeón mundial.

Cuando parecía que Haslam le había tomado la medida a Rea, ocurrió el desastre. En la vuelta 13, Haslam perdió agarre y se fue al suelo, diciendo adiós al retorno soñado. Lograría dos terceros puestos ese fin de semana, pero ya siempre detrás de su compañero de equipo. Solo le ha superado en una ocasión desde entonces.

Descubriendo la Carrera Tissot Superpole

Había muchas expectativas puestas en la primera Carrera Tissot Superpole. Diez vueltas, sin tiempo para cambios de estrategia ni dudas. A todo gas. Pero tras dominar Ducati la prueba del sábado surgía la duda: ¿habría competencia aquí?

Bautista volvió a ganar, pero la carrera no tuvo nada que ver con la anterior. Rea no se arrugó y se bajó al barro con el piloto español. Los dos pelearon con todas las armas que tenían a su disposición: frenadas tardías, rebufos, huecos casi inexistentes… Fue breve, bonito y una presentación fantástica del formato. Bienvenida seas, Carrera Tissot Superpole.

Las segundas partes a veces son buenas

Melandri y Yamaha, unidos ocho años después de su primer encuentro. Es casi una eternidad para un mundillo tan cambiante, pero nadie lo hubiera dicho al ver al italiano montado sobre la YZF R1. En el debut del equipo GRT Yamaha WorldSBK, Melandri venció a los dos pilotos oficiales de Yamaha para adjudicarse su primer podio del año. Un reencuentro a la altura de sus protagonistas.

¡Un caballete decide la carrera de WorldSSP!

Debería haber sido un doblete del equipo BARDAHL. Randy Krummenacher y Federico Caricasulo (BARDAHL Evan Bros. WorldSSP Team) habían superado con creces a sus rivales más cercanos en Australia… Hasta que llegó la hora de pasar por boxes. La parada de Krummenacher fue perfecta; la de Caricasulo, todo lo contrario. Mientras que el suizo volaba hacia su primer triunfo del año, el italiano salía del pit-lane con el caballete todavía enganchado a su rueda trasera. Ni siquiera una sanción de varios segundos a Jules Cluzel (GMT94 Yamaha) fue suficiente para devolver a Caricasulo a la segunda posición.

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