Un viernes atípico, con tres sesiones cronometradas, ha abierto el sexto Round del Campeonato del Mundo de Superbik en Donington. Con 13 pilotos separados por menos de un segundo, no es difícil predecir una competición muy reñida mañana y el domingo.

Las tres sesiones en una misma jornada no han ayudado a Jordi Torres, que además de buscar las máximas prestaciones también debe tomar las medidas a un circuito desconocido para él.

"Es difícil de hacer tres sesiones en el mismo día en una pista nueva, falta tiempo material para juntar las ideas y memorizarlo. A pesar de esto hemos hecho un buen trabajo, la moto ya está bastante en su sitio y esto me ha ayudado a no perder demasiado tiempo” ha valorado Torres.

En Imola, el de Rubí sí pudo aprovechar la pausa entre el viernes y el sábado para reunirse y hablar con sus técnicos, y el domingo acabó en el podio. En esta nueva cita, su aprendizaje debe inevitablemente seguir un camino diferente. Menos de 8 décimas de segundo le separan del más rápido, pero esa desventaja no preocupa en exceso al novato de Aprilia, que cree que puede mejorar significativamente en la FP4 de mañana y luego jugar sus cartas en la Superpole.

“Estamos cerca, pero con una clasificación tan apretada basta muy poco para marcar una diferencia, así que mañana deberemos afrontar la Superpole 1. El objetivo es entrar en la Superpole 2,  la mejora que necesitamos debe dividirse al 50% entre mi pilotaje y algunos cambios en la RSV4".