No es habitual encontrarse con una licenciada en Derecho que además sea ganadora de carreras y aspirante al mundial, pero Beatriz Neila cumple ambos requisitos. Se graduó durante la temporada 2024 mientras luchaba regularmente en el grupo delantero por la victoria. En 2025 dio un gran salto adelante, plantando cara en cada round a la eventual campeona María Herrera, sumando cuatro victorias y doce podios en total. En la serie ‘Yo, mujer y piloto’, Neila habló sobre su vida fuera de los circuitos, sus estudios de Derecho, el apoyo de su familia y mucho más.

COMPAGINAR EL DERECHO Y LAS CARRERAS: “A comienzos de 2024 fue bastante difícil… Fue un reto, pero lo conseguí”

Con solo 23 años, Neila ya ha logrado grandes cosas, tanto dentro como fuera de la pista. Cuatro veces campeona de Europa femenina, hasta el año pasado compaginaba la competición con sus estudios universitarios a tiempo completo en Derecho. No fue nada fácil, como ella misma reconoce:

“Me gradué el año pasado, justo después del primer round de WorldWCR en Misano. Estoy muy orgullosa porque es muy difícil combinar el deporte con los estudios. Me llevó cuatro años, y ahora tengo una licenciatura en Derecho y un máster en Derecho Internacional. Fue duro, sobre todo al principio, porque era una etapa nueva para mí. Pero luego empecé a disfrutar del proceso y todo fue algo más fácil. Sabía que el último año de carrera sería especialmente complicado, porque coincidiría con el primer año de WorldWCR. Y tenía razón: a comienzos de 2024 fue bastante difícil con las clases, los exámenes, las presentaciones… y al mismo tiempo tenía que entrenar con una moto nueva, la R7, muy diferente de la 300 que había pilotado antes. Fue un reto, pero lo conseguí: me gradué y además terminé cuarta en la general. Soy una persona a la que le cuesta estar ‘tranquila’, me gusta hacer muchas cosas a la vez. Y creo que esa fue la clave para poder con todo. Solo sé trabajar, trabajar y trabajar. En realidad, nunca sentí que me perdía nada de la vida universitaria, porque sinceramente prefiero estudiar o entrenar”.

CAMBIANDO SUS PLANES: “Antes de WorldWCR pensaba que el Derecho era mi plan A y el deporte mi plan B”

Neila también explicó cómo el estreno de WorldWCR en 2024 cambió su futuro, confesando que probablemente habría seguido una carrera en Derecho si no hubiera surgido esta oportunidad: “Antes de que se presentara WorldWCR, pensaba que el Derecho era mi plan A y el deporte mi plan B, porque es difícil llegar alto en el motociclismo. Pero ahora, con este campeonato, mi plan B se ha convertido en mi plan A, porque significa mucho para mí. Creo que este campeonato nos da a las mujeres una gran oportunidad para demostrar al mundo lo que podemos hacer sobre una moto, así que estoy totalmente centrada en esto ahora mismo”.

“De cara al futuro, me gustaría trabajar como abogada, pero dentro del ámbito deportivo”, continúa Neila. “Mis planes han cambiado, porque cuando empecé a estudiar pensaba en convertirme en abogada del Estado, ya que también me interesa la política. Creo que el Derecho y el deporte se parecen: cuando un abogado está en el juzgado, tiene asesores, sí, pero es él quien sube al estrado y toma el protagonismo. Y aquí pasa lo mismo, porque tengo un equipo, pero cuando me pongo el casco, solo estamos la moto y yo”.

EL APOYO DE SU FAMILIA: “Me dijeron ‘vale, si apruebas, puedes correr; pero si tus notas bajan…’”

Fuera de los circuitos, Beatriz reconoce el papel fundamental que su familia ha tenido en su éxito. Mantiene una relación muy cercana con sus padres y sus hermanos, que la han acompañado en todo momento: “Mi familia me apoya muchísimo. Si decido ser abogada, me apoyarán en eso, y si decido centrarme en el deporte y trabajar para ser la mejor, me ayudarán igual con los entrenamientos, los viajes… Mi padre dice ‘vale, vamos a organizar esto’ o ‘vamos a entrenar de esta manera’”.

“Soy la mayor de tres hermanos: mi hermana Carla y mi hermano Raúl”, añade la madrileña. “Estamos muy unidos y también estamos muy cerca en edad —yo tengo 23, y ellos 21 y 20—. Mi hermano y yo empezamos a montar en moto al mismo tiempo, pero en realidad mi padre compró la primera moto para él, no para mí, porque pensaba que esto era un deporte de chicos. A mi hermano le costaba compaginarlo con el colegio, así que al final mi familia decidió centrarse en mí. Yo trabajaba mucho, tanto en el gimnasio como con los estudios. Básicamente me dijeron ‘vale, si apruebas, puedes correr; pero si tus notas bajan… Mi hermano no suele venir mucho a verme a las carreras, aunque hace mucho motocross. Es muy bueno y es como un profesor para mí, dándome consejos y trucos, lo cual me encanta. Los tres somos como una piña, una tribu. Mi hermana es mi todo, estamos juntas a todas horas”.

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