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Si la temporada 2020 ha sido un carrusel de acontecimientos para todos en el Campeonato del Mundo MOTUL FIM Superbike, para el Barni Racing Team ha sido una auténtica montaña rusa. La escudería satélite de Ducati ha tenido que sortear una sucesión de escollos que, en última instancia, le han impedido conseguir los resultados que había obtenido regularmente desde su llegada a la categoría reina en 2015. Por el garaje del equipo que dirige Marco Barnabò han pasado durante la campaña 2020 hasta cuatro pilotos y, a la hora de hacer balance y de explicar sus nuevos proyectos, es el propio patrón de la escudería el que repasa esta ajetreada historia:

“Ha sido un año difícil. Nuestro piloto para este año era Leon Camier, pero se lesionó en un test. Parecía que estaría listo para el primer Round en Australia, pero no fue así. De hecho, tampoco estaba recuperado cuatro meses después, cuando iba a reanudarse la competición, y eso complicó mucho la situación del equipo, porque le estuvimos esperando, como tenía que ser, pero después no pudo volver. Encontrar a un nuevo piloto a última hora no fue sencillo, lo intentamos con Marco Melandri, que hizo todo lo posible, pero las cosas no salieron como se esperaba. Todo esto complicó las posibilidades de hacerlo bien, sobre todo porque esto es un campeonato mundial” relata Barnabò.

“A partir de ahí nuestro objetivo se centró en disputar todas las carreras de la temporada, para cumplir los acuerdos salariales con los miembros del equipo y para dar la oportunidad de subirse a la moto a algunos pilotos jóvenes. Esto tampoco resultó sencillo, porque es muy difícil que un piloto que no conoce la moto pueda ir rápido enseguida. Hubo también caídas que dañaron las motos, así que sin duda ha sido un año muy complicado, con unos enormes costes y sin la recompensa de los resultados, sólo la satisfacción de haber podido estar en todas las carreras”, apunta el manager en referencia al efímero paso de Samuele Cavalieri y Matteo Ferrari en los Round finales del curso.

Queda claro que toca pasar página y enfocar el trabajo hacia la campaña de 2021. El Barni Racing es una de las escuderías que no ha definido todavía el nombre de su piloto para la nueva temporada y en el baile de candidatos se ha especulado con la llegada de Tito Rabat, que no tendría asiento asegurado en MotoGP™ para el próximo curso: “Bueno, todos están hablando de posibles pilotos para nuestro equipo, pero yo por el momento estoy pensando en encontrar el presupuesto para poder hacer la temporada” desliza Barnabò.

“Evidentemente hay varios posibles pilotos; la idea sería contar con un piloto a dos años vista para construir un proyecto y no cambiar al final de la temporada, pero ahora mismo no podría decir un nombre. Estamos hablando con muchos, pero hablar es una cosa y llegar a un acuerdo es otra. No hay un nombre con el que pueda decir que estemos concluyendo un acuerdo”.

El patrón de la escudería satélite apunta un factor determinante para escoger piloto: La opinión de los dirigentes de Ducati. En el pasado, la llegada de figuras que defendieron sus colores, como Xavi Forés o Michael Ruben Rinaldi, ya estuvieron vinculadas a esta asociación de largo recorrido con la fábrica de Borgo Panigale.

“Para hacer las cosas bien hay que tener una seguridad económica, no se puede empezar con los ojos vendados, queremos hacer todas las carreras, como hemos hecho siempre, incluso este año en el que ha habido tantos problemas” explica Barnabò. “Quiero tener la seguridad de que si empiezo, podré terminar la temporada. No queremos tomar decisiones precipitadas. Queremos hablar con Ducati y tomar las decisiones habiendo escuchado sus ideas. No creo que haya ninguna urgencia si el próximo campeonato no comienza hasta dentro de varios meses”.

Y sobre el peso de Ducati en la elección del piloto, define: “Claramente, con la relación de colaboración que tengo con Ducati, de más de 20 años, si ellos tienen la necesidad de proponer un piloto que interesa, es normal que nos pongamos de acuerdo para hacerlo”.

¿Podría estar sobre la mesa incluso el nombre de un Chaz Davies recién licenciado del equipo oficial? El propio galés apuntó que su futuro podría pasar por correr con una estructura satélite, si ésta contaba con el apoyo directo de una fábrica. Barnabò ni afirma ni desmiente: “Si Ducati me lo pidiera, está claro que se haría, porque es un piloto muy fuerte, pero serían ellos los que tendrían que decir dónde y cómo hacerlo”. Y zanja: “Yo espero que en diez días o un par de semanas pueda tener claro cuáles son sus intenciones y, como consecuencia, decidir un nombre”.

¿Significa eso que habrá ya un piloto sobre la Ducati del Bani Racing Team en los tests invernales, comenzando por la cita más próxima, el 17 de noviembre en Jerez? El manager italiano matiza:

“Ahora mismo no lo podría decir. Si fuera un piloto que no hubiera conducido nunca una Superbike habría que llevarle para que empezara a probar; si fuera uno que la hubiera pilotado hasta la semana pasada no tendría mucho sentido que empezara a rodar en noviembre, especialmente si el Campeonato no empieza hasta abril, como se está apuntando. Para mí sería más útil empezar a finales de enero o en febrero…”.

Sea quien sea finalmente el piloto de 2021, la escudería aspira a contar con un representante competitivo que ayude a devolver el brillo y a conseguir resultados mejores que los recogidos este año: “Por suerte o por desgracia, en nuestro deporte un tanto por ciento muy grande depende del piloto” concluye Barnabò. “Si tienes un piloto en forma, consigues resultados; si no es así, los resultados no llegan, aunque la moto sea competitiva. Necesitamos poder hacer una temporada que nos dé estímulos y motivación para continuar”.

A la espera de concretar el proyecto para WorldSBK, la escudería italiana llevó a cabo la semana pasada un test de tres días en el circuito de Misano con Randy Krummenacher. El piloto suizo rodó con una Ducati Panigale V2 955 y los ensayos se enmarcan en el deseo expresado por Barnabò de poder armar una estructura en la categoría intermedia en el futuro. Sin embargo, sería una posibilidad que previamente pasaría por una modificación del actual reglamento de World Supersport.

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