Noticias

Así soy y esto es lo que pienso: Jordi Torres

Wednesday, 19 April 2017 10:29 GMT

El piloto del Althea Racing comparte con nosotros algunas de sus píldoras para andar por la vida.

Piloto. De Rubí (a 20 kms. de Barcelona). Apodo: ‘The Spanish Elvis’. A punto de cumplir 30 años (el próximo 27 de agosto). Disputa su 3ª temporada en World Superbike, la segunda a bordo de una BMW. Se ha convertido en una personalidad del paddock por su carácter extrovertido y bromista, pero aquí muestra otras facetas. Léelas si quieres conocerle un poco más.

Soy un tipo alegre de normal, me tomo la vida con alegría, me río mucho de mí mismo y muchísimo más de los demás. Le saco puntilla a todo. El día que no me lo tome con alegría en un paddock estaré en mi casa.

No soy un showman, todo es mentira. Esto [la vida en los circuitos] es mi día a día, soy así de payaso y ya está. Las cosas me las tomo bien. Si algo me lo tengo que tomar mal, me doy una vuelta para que se me pase el ofuscamiento y vuelvo con una sonrisa.

Obviamente, me gustaría ganar todas las carreras, para eso trabajamos todos. Es verdad que estar delante está costando mucho. Tengo una moto difícil de llevar, pero creo que estamos trabajando muy bien, hemos dado un salto respecto al año pasado, y no estaba seguro de que pudiéramos darlo; tampoco esperaba estar delante de las Honda ni a rebufo de las Yamaha.

¿Qué haría si me dieran la moto de Jonathan Rea? Pues para empezar no me aclararía, porque es una moto totalmente diferente a la mía. No por llevar la mejor moto vas a ir más rápido, ni mucho menos. Quizá a mí no me saldría el estilo de pilotaje que veo en los pilotos de Kawasaki, igual no me valdría subirme a la mejor moto…

Creo que con Aprilia ya demostré que puedo estar delante, incluso en mi primer año, con todo nuevo para mí, hice buenas carreras, subí al podio y conseguí una victoria; y seguro que si le hubiera echado un poco más de co…raje hubiera hecho más cosas. Algunas cosas se quedaron en el tintero.

Ahora soy más consciente de todo, y quizás si tuviera un proyecto más competitivo entre manos ahora probablemente lo sabría aprovechar muchísimo más. Si en el futuro toco otra moto, me siento más preparado para estar delante. No tengo la menor duda sobre mí mismo.

Cuando entramos en la pista nuestra vida depende de lo que hagamos allí. Lo que hacemos en la pista es algo tan serio, tan arriesgado, que cuando estamos fuera hay que aprovechar todos los momentos al máximo, no puedes ir paseando con la cara de palo, ni mucho menos no disfrutar de la gente que viene a verte y de los que están trabajando para ti. Me parece positivo llevar siempre una sonrisa por delante.

 Nunca le he dicho que no a un fan. Como mucho le puedo decir que, por favor, vuelva luego, que me tengo que ir a cambiar, y lo entienden. Después ya saco tiempo de donde sea para estar con ellos. Pero no sabría hacerme el sueco, no me gusta negarle algo a un seguidor, todos somos personas.

Tú me ves y tengo un físico normal. Tengo unos brazos normales, no tengo pectorales de pechitoplaya ni abdominales de tableta, pero sí que aguanto las dos carreras muy bien, y todos los entrenamientos bien, y mis ritmos de carrera siempre son buenos, no me vengo abajo. Mis mañanas en el C.A.R. con Marcelí Massafret (preparador físico) están siendo muy fructíferas y sobre todo me ayudan a estar más concentrado: Cuanto menos cansado estás, más te puedes concentrar en la conducción.

Contra lo que puedas creer, no tengo muchos amigos ni soy de ir conociendo gente. Soy de lo mío, de lo que conozco y ya está. Por ejemplo, las rutas que hago en bici. Si alguien me propone ir a hacer otra ruta que mola más, no voy a hacerle caso, voy a hacer la mía, que ya sé cómo va. Y con los amigos me pasa igual. Tengo mis amigos, que me los conozco bien, y si viene alguien nuevo pues al principio soy un poco reacio, aunque puede que con el tiempo acabe conectando. Pero tengo mis amigos y ya, no quiero hacer una pandilla super grande de amigos porque creo que luego no son amigos, son conocidos.

Mi chica, Maricel siempre está ahí, apoyándome y aguantándome. Es mi banco de pruebas para los chistes y las risas. Mis ocurrencias las pruebo siempre con ella, es la que tiene más paciencia del mundo mundial, es un amor.

Yo no tengo mascotas, tengo un zoológico. Aunque en realidad es cosa de mi madre. Teníamos 12 gatos, pero una hembra acaba de parir y ahora tenemos cinco gatitos más. Tenemos dos perros, un macho y una hembra, los dos son mezcla, nunca hemos comprado un animal, han llegado a la casa por distintas circunstancias. Tenemos cinco gallinas de diferentes razas y cuatro patos. La última novedad, que ya se ha convertido en la estrella de la casa, es un cabrito que se llama Elvis para más casualidad. Ya vino con el nombre puesto, es porque tiene como un tupé raro….