El Althea BMW Racing Team ha conseguido algunos éxitos esta temporada entre los equipos de WorldSBK y STK1000. Raffaele De Rosa ganó la FIM Superstock 1000 Cup y fue una presencia habitual en el podio. En WorldSBK los pilotos Jordi Torres y Markus Reiterberger no consiguieron el objetivo de alcanzar el podio, aunque el catalán se quedó a las puertas en varias ocasiones. Teniendo en cuenta que todos ellos compitieron con monturas BMW S 1000 RR, las diferencias en las dos categorías donde se alinea el Althea Racing han sido claras este año.

"Creo que el producto de base que tenemos es muy bueno", explica Bevilacqua. "Por supuesto, al pasar a Superbike contamos con algunas herramientas que por el momento no eran muy buenas. Estamos tratando de desarrollar piezas de la electrónica; el motor es bastante bueno, pero todavía tenemos que mejorar un poco el chasis. La diferencia entre el producto de stock y el de Superbike es el volumen añadido, a veces no se ve de manera clara, pero el paquete en su conjunto no está trabajando en armonía en este momento y esto es algo que estamos tratando de mejorar".

Por otra parte, la temporada no estuvo exenta de desafíos inesperados para el equipo Althea. Markus Reiterberger sufrió una fuerte caída en Misano y las lesiones que se produjo en la espalda condicionaron hasta cierto punto el resto de su temporada. Además, todos los pilotos tuvieron que afrontar diferentes aspectos por primera vez este año: Torres había competido en Aprilia en 2015, mientras que De Rosa corrió sobre una Ducati, y para Reiterberger fue la primera temporada completa en WorldSBK. A pesar de los obstáculos, Bevilacqua se declara satisfecho con los resultados de la temporada

"La temporada ha sido bastante buena, creo que la actuación de nuestros pilotos ha sido bastante buena este año” subraya Bevilacqua. "Por desgracia hemos sufrido algunos problemas físicos, por ejemplo con Reiterberger en Misano. Tuvo una caída muy fuerte y ahí se frenó un poco el desarrollo de la moto. Pero considero que ha sido una buena temporada, especialmente en Superstock. Hemos sido capaces de ganar ese Campeonato y eso significa que la base de nuestra moto es muy buena".

De cara a 2017, Bevilacqua reconoce que el camino no será una cómoda recta, pero confía en que el trabajo en equipo les impulsará hacia delante: "Tenemos que mejorar un poco la electrónica, que en este momento está un poco por debajo, y también en el freno motor. Vamos a esforzarnos para dar a nuestros pilotos esa confianza que necesitan para hacer un buen trabajo el próximo año".